La imagen muestra al capitán Coloccini y el goleador Saviola besando la Copa del Mundo sub 21 en el estadio de Velez, una copa que pudo conseguirse a través de un equipo que se divertía jugando bien a la pelota, si, a la pelota y no al fútbol.
A menos de diez años de la conquista, no quedan restos de ese buen juego que caracterizaba al “equipo de José”. Después de ese 2001, quién no veía a esos “pibes” levantando la copa de los mayores, y quién se iba a imaginar que, años más tarde, la Selección argentina no tenga un patrón de juego.
Hoy los Saviola, D’Alessandro o Romagnoli están muy lejos de salir a la cancha con la celeste y blanca, hoy se está muy lejos de que los jugadores se diviertan con la camiseta de la selección, hoy, y duele decirlo, se está muy lejos de soñar con levantar una Copa del mundo.
… porque el estirón los hizo desaparecer”.
Martín Lizardo
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