lunes, 23 de noviembre de 2009

Fin del recorrido



La locomotora quedó apagada, se detuvo en el final de su trayecto. Juan Carlos Muñoz, el último integrante que quedaba con vida de la famosa máquina de River falleció por una afección cardíaca. Sólo queda el recuerdo de la delantera que todo futbolero se sabe de memoria –Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Loustau- y que tantas alegrías le dio al pueblo millonario en la década del 40.


Murió el domingo a los 90 años. Estaba internado en el Centro Gallegos, porque días atrás le habían implantado un marcapasos. Su carrera como futbolista se puso en marcha en las divisiones inferiores de Independiente, pero en 1937 tuvo que irse a Sportivo Dock Sud porque no tenía lugar en el Rojo.


En 1939 inició su carrera en River, como juvenil, pero por una huelga de los profesionales tuvo la chance de debutar. En el club de Núñez estuvo 11 años y formó la delantera más famosa del fútbol argentino como wing derecho ganando cuatro títulos: 1941, 1942, 1945 y 1947.


Su último partido con la camiseta de River fue el 26 de noviembre de 1950 en un 4-1 frente a Platense, equipo en donde terminó su carrera jugando desde 1951 a 1953. En total marcó 42 goles en 223 partidos en el fútbol argentino.


La locomotora ya no está en marcha, se cansó de tantas vueltas y despidió a su último tripulante. Sin embargo, quedó en la memoria de todos, los que la vieron pasar y los que no, porque el quinteto de navegantes que la conducía se encargó de que así lo fuera.


Nicolás Luchetti

martes, 3 de noviembre de 2009

Maradona en blanco y negro


Después del famoso "Que la chupen"... ¿qué frase vendrá?
El diccionario "maradoniano" se agranda pero la falta de sutileza de sus palabras no son lo peor:
Antes de que él asumiera, Daniel Passarella, Marcelo Bielsa, José Perkerman y Alfio Basile fueron los últimos entrenadores de la Selección Argentina. Durante sus dirigencias, Maradona se encargó de repartirle unos pequeños palitos a cada uno de ellos, y hoy, vale la pena recordarlos.
Es que ahora se enoja cuando le critican sus decisiones y el rendimiento de su equipo...
El 28 de abril de 1996 criticó a todos los diarios que habían elogiado el triunfo de la Selección Argentina en el Monumental con Bolivia diciendo: "Para mí ven cualquier cosa. Parecía que le habíamos ganado a Alemania 7 a 0 y en realidad le ganamos a Bolivia 3 a 1".
(Cuando Argentina le ganó a Uruguay 1 a 0, Diego festejó, elogió y hasta felicitó a sus jugadores, quienes habían ganado por un sólo gol de diferencia, obtenido encima gracias a una pelota parada, gracias a un tiro libre otorgado luego de la falta del uruguayo Martín Cáceres. ¡Martín, bendito seas entre todos los uruguayos!)
El 16 de abril de 1997, luego de perder 2 a 1 con Bolivia en la altura por las Eliminatorias, Maradona expresó: "Julio Grondona debería echar a Daniel Passarella. Creo que Pekerman debería reemplazarlo".
(Cada vez que se habló de una posible expulsión de su cargo como director técnico puso el grito en el cielo, acusando a la prensa de "mala leche". Además, él perdió en la misma situación pero por cuatro goles más de diferencia y sigue dirigiendo...)
Luego de la eliminación de Argentina en la Copa América de Bolivia, opinó: "Si yo fuera Passarella daría un paso al costado".
(Maradona ganó sólo el 17 % de los partidos que disputó como DT. Esto es: sólo 5 partidos ganados de los 29 dirigidos. Y aunque amenazó con irse, jamás dio un paso al costado).
El 4 de julio de 1998, la selección de Passarella quedó afuera del Mundial de Francia. Las palabras del "10": "Es una verguenza para el fútbol argentino".
(Su selección rozó muy cerca la línea que separaba al Mundial del repechaje. De haber sucedido, no hubiera sido nada descabellado que su equipo haya quedado fuera de Sudáfrica).
"Bielsa no me gusta para nada. Cuando jugué en Newells me hablaron muy mal de él. Hoy podrán hablar muy bien de sus condiciones, pero hasta hace dos años estaba en una escuela de fútbol en el América de México y nadie lo recordaba".
(La última vez que Diego había dirigido un partido antes de ser DT de la selección había sido en 1995. Con Racing, con quien ganó sólo dos partidos de los 11 disputados).
El 20 de diciembre de 1998: "Me quedó la duda sobre si la lista la hizo Bielsa o Pekerman. No quiero dudar de nadie, pero la verdad es que no vi que Bielsa dijera cortantemente que él es el técnico y que la lista la había hecho él".
(La lista de convocados para el partido frente a Ghana la dio el secretario técnico del combinado, Carlos Bilardo porque Diego estaba en Europa ocupándose de combatir no al próximo rival, sino a su sobrepeso).
El 14 de junio de 1999, Argentina perdió con Estados Unidos por 1 a 0. Diego comentó: “Ver el partido fue como mirar una película de terror. Con los jugadores que tiene Argentina no puede ser que salga a jugar con medio delantero”.
(En el partido frente a Uruguay, Argentina terminó jugando con cinco defensores. Eso sí, la película no fue de terror, fue de drama).
El 14 de julio de 1999, luego de la eliminación con Brasil en la Copa América, opinó: “Quedó claro que Bielsa es bueno para un club, pero no para la selección. Es un buen ordenador, nada más”.
(Que él haya sido goleador de una selección y sea el mejor jugador del mundo no garantizaba que pudiera dirigir exitosamente una selección tampoco).
Palo para Pekerman: 28 de febrero de 2005. “Me preocupa que pruebe con muchachos que seguramente no van a estar en el Mundial. Es un engaño”.
(Maradona citó a 78 jugadores a su selección. No habrá pensado llevar a todos al Mundial, ¿no?).
Además, en mayo de 2006 acusó a Pekerman de una “mano negra” en su lista por no convocar a Germán Lux al Mundial de Alemania. “Me parece algo muy jodido y veo una mano negra en todo esto. No se puede pasar de pelear la titularidad a ni siquiera figurar como tercer portero”.
(Cuando asumió como técnico afirmó: "Juan Pablo Carrizo es mi arquero". Para la última fecha, convocó a Romero, a Andújar y a Pozo. Juan Pablo no figuró en la lista).
El 21 de diciembre de 2007 se encargó del Coco Basile: “Con los jugadores que tenemos no podemos ganarle ni a la peor Colombia de la historia”.
Está a la vista. Él puede opinar, acusar, criticar y ningunear. Puede decir cuándo Argentina jugó bien y cuándo mal, qué partido fue tácticamente aburrido y qué DT es el mejor para la selección.
Pero ahora que es él quien tiene el mando, no se puede decir ni “mu”. Y si se dice, Diego la devuelve con algo peor.
Sin embargo, la culpa no es del chancho…

Agustina Commisso

Entrenar en primera, un desafío

Pasaron 12 fechas del torneo Apertura y los dos equipos que ascendieron al principio de temporada (Chacarita y Atlético Tucumán) ya se quedaron sin sus técnicos, una tendencia que viene pasando hace varios años.

De los últimos 13 técnicos que lograron subir a primera, sólo dos pudieron terminar su mandato cuando descendieron (Juan Manuel Llop en Godoy Cruz y Carlos Roldán con San Martín de Tucumán). Hay que destacar que 5 de esos 13 clubes bajaron a la B Nacional al año siguiente y 2 están en zona de descenso (Chacarita y Altetico Tucumán en el actual campeonato). Otro dato llamativo es que 7 de los técnicos duraron menos de 13 partidos al mando del club.
Carlos Ramacciotti fue quien menos duró al cargo, ya que sólo bastó una fecha para que se despidiera de Belgrano de Córdoba. Además, Ramacciotti es el único que reemplazó a dos DTs que se fueron (a Mario Gómez cuando en Gimnasia y esgrima de Jujuy y a Rodolfo Motta de Nueva Chicago).
Huracán y Godoy Cruz son los únicos equipos que cambiaron de técnico en el primer torneo jugado y pudieron seguir en primera.
El mejor ejemplo a seguir es el de Tigre, ya que hace más de dos años está en primera, jugando también una Copa Sudamericana y llegando a una final de campeonato, y todavía sigue eligiendo a Diego Cagna como su entrenador. Eso si, luego de más de 80 partidos, Cagna hoy en día está en duda, a pesar de que Sergio Massa, uno de los vocales titulares de la institución, dijo que lo querían, por lo menos, “hasta junio del año que viene”.



Martín Lizardo

Goleadores sin frontera

El futbolista uruguayo Santiago Silva, considerado el mejor delantero del Apertura, marcó casi el setenta por ciento de los goles de Banfield (9 de 13) en las 10 primeras fechas que van del torneo.
Con su olfato goleador, Silva llevó al club albiverde a la cima, en donde espera poder mantenerse.
Una vez más, la historia se repite: un jugador extranjero se convierte en el máximo goleador del campeonato local. Fue el caso del uruguayo Rubén Da Silva en Rosario Central, en el Apertura de 1997, cuando dejó 15 pelotas descansando en el arco contrario, a lo largo de todo el torneo.
Ese mismo año, pero para el Torneo Clausura, Sergio “Manteca” Martínez (Uruguay) metió 15 goles para Boca y se convirtió en el goleador. Tres años más tarde, el colombiano Juan Pablo Ángel fue el goleador de River y de todo el Apertura 2000, aunque sus 13 goles no alcanzaron para evitar el triunfo de Boca Juniors, que se quedó con el campeonato, de la mano de Carlos Bianchi.
En el Clausura del 2006, fue el turno de otro uruguayo: Gonzalo Vargas, quien jugando para Gimnasia y Esgrima de La Plata y con una gran potencia goleadora, se convirtió en el máximo anotador del torneo con 12 tantos.
Conocé las historias de los cuatro últimos extranjeros que dejaron su huella en las redes argentinas:

GONZALO VARGAS


“En un momento el surf fue mi deporte favorito, más que el fútbol. Sin embargo, cuando tuve que decidir entre uno y otro, me quedé con el fútbol y no me arrepiento”.
Nacido en Montevideo, Uruguay, no se arrepiente y agradece todo lo que el fútbol le ha dado, aunque su suerte futbolística no sea la misma de la que gozó alguna vez: la directiva del Atlas de Guadalajara no pretende renovar el préstamo ni negociar con otros clubes. Es que lejos está su rendimiento en el equipo mexicano de aquel que tuvo en Gimnasia de la Plata. En el Clausura del 2006, jugando para el Lobo, fue el goleador del torneo, con 12 tantos, ganándose el cariño de todos los argentinos: “Uruguayo, uruguayo”, retumbaba y se hacía eco en la hinchada platense cada vez que salía a la cancha. En México, en cambió, convirtió sólo cinco goles en 15 partidos del torneo regular y admitió : “No estoy en mi mejor nivel”.
Comenzó su carrera en el Defensor Sporting de Uruguay en el 2001. Tres años más tarde viajó a Argentina para llegar a Gimnasia y Esgrima de La Plata, en donde tuvo su mejor momento como profesional.
Su potencia goleadora hizo que lo quisieran en el Mónaco de Francia, con quien firmó contrato hasta el junio de 2011. El “Turbo” Vargas jugó cedido por el club del Principado en el Atlas de Guadalajara esta temporada, en donde perdió la titularidad hace tiempo, por lo que sus días en el club estarían contados.
El Mónaco, de la primera división del fútbol francés, alcanzó un acuerdo con el jugador y rescindieron finalmente el contrato el 30 de junio de 2009.
El futuro de Vargas es verdaderamente incierto. Está muy cuestionado por jugar poco y cobrar demasiado: tiene dos partidos en los que ni siquiera ha jugado más de 15 minutos, catorce partidos sin hacer gol y es el jugador que más cobra mensualmente en el equipo.
Con la Selección de fútbol de Uruguay jugó ocho partidos internacionales y anotó cuatro goles. Además jugó la Copa América de 2007.


EL DETALLE DE TODOS SUS GOLES EN EL CLAUSURA 2006:

1) Aprovechó un error de Villavicencio y convirtió de derecha (Gimnasia 3 – Olimpo 1)
2) Recibió de Cabrera y definió ante la salida del arquero (Gimnasia 3 – Olimpo 19
3) Tomó un rebote en el travesaño y tocó de zurda (Gimnasia 3 – Olimpo 1)
4) Remató con la derecha tras una pared con Licht a los 42 del segundo. (San Lorenzo 2 - Gimnasia 2)
5) Entró al área por la izquierda y convirtió de zurda (Gimnasia 4 – Argentinos 3)
6) Le robó la pelota a Sarmiento y definió de zurda (Gimnasia 4 – Argentinos 3)
7) Esta vez de penal. Lo ejecutó a la derecha de Campagnuolo (Racing 0 – Gimnasia 1)
8) Ingresó por la izquierda habilitado por Cabrera. Terrible zurdazo cruzado (Gimnasia 4 – Quilmes 0)
9) Con asistencia de Licht, el uruguayo anotó de zurda (Gimnasia 4 – Quilmes 0)
10) Eludió al arquero y la empujó con un toque de derecha (Tiro Federal 0 – Gimnasia 2)
11) De cabeza tras un centro de Licht (Gimnasia 3 – River 3)
12) Otro penal. A la derecha del arquero del equipo rosarino(Newell’s 2 – Gimnasia 3)

Los goles de Gonzalo en el Lobo:





Agustina Commisso

Un colombiano que extraña River


Hablar de goleadores saca alguna que otra lágrima en los hinchas de River Plate, más si se nombra a Juan Pablo Ángel, unos de los últimos números nueves que rindieron de verdad con la banda roja.
El colombiano, nacido en Medellín, llegó al club de Nuñez luego de marcar 45 goles en cuatro años con la camiseta de Atlético Nacional. En el club Millonario no tuvo un buen arranque, sin embargo, de a poco fue adaptándose a jugar con Pablo Aimar, Javier Saviola y Ariel Ortega para formar parte de los “Cuatro fantásticos”. En su último torneo con la camiseta de River, Ángel salió goleador del Apertura 2000, concretando 13 goles.
El paso a Europa era inevitable después de jugar tres temporadas enteras en Argentina. Aston Villa de la Premier League lo recibió y le dio la número nueve. En Inglaterra alterno más malas que buenas, haciendo sólo 44 goles en 175 partidos.
El colombiano, que también jugó en su selección anotando 9 tantos en 33 encuentros, se encuentra ahora en New York Red Bulls de Estados Unidos. Allí lleva disputados 72 partidos y convertidos 45 goles, demostrando que todavía está para dar más.

Martín Lizardo

Las perlitas del Manteca



Ademas de ser un eximio goleador, Martínez quedará en la memoria de los hinchas de Boca por su perfil excéntrico. Aquí mostramos un video imperdible, donde se lo ve a Manteca tal como es...


Mantegol



Sergio Daniel Martínez, dio sus primeros pasos Defensor Sporting (Uruguay) el 16 de octubre de 1986. Luego pasó a Peñarol (Uruguay) donde marcó 20 tantos, hasta que llegó a Boca Juniors (Argentina) en 1992, donde anotó 87 goles (séptimo goleador en la historia del club) y se consagró campeón en un campeonato local y una copa Sudamericana.
Su carrera siguió en España, jugando para el Deportivo la Coruña. Regresó al Nacional (Uruguay) en el 2000 donde participó hasta su retiro en el 2001 ganando los títulos de Primera División en ambas temporadas.
Además:
Disputó 35 partidos con la Selección Uruguaya y marcó 5 goles. Fue campeón de la Copa América en 1995 en cuya final marcó el gol decisivo en la definición por penales frente a Brasil. También participó en la Copa del Mundo de Italia 90.


Ignacio Damiani

Rubén Da Silva: no apolillaba nunca




Fue el goleador del Apertura de 1997 con 15 goles vistiendo la camiseta de Rosario Central. Cuatro años atrás, jugando para River, también se había coronado como el máximo artillero en el Clausura de 1993 con 13 goles. En ninguno de los dos certámenes en los que fue goleador pudo salir campeón. En 1993 Vélez se quedó con el campeonato y, en 1997, el River de Ramón Díaz cosechó más puntos que todos.

Igualmente, “El Polillita” ya había sido campeón en el club de Núñez en la temporada 1989/90, donde formó una dupla letal con Ramón Medina Bello. En el conjunto rosarino levantó la Copa Conmebol en 1995, donde también fue el máximo anotador con cuatro tantos.

Nació en Montevideo, Uruguay. En Argentina jugó 220 partidos –entre River (92), Boca (48) y Rosario Central (80), convirtiendo 87 goles, 38 con la camiseta de Núñez, 11 con el club de la Ribera y 38 con el Canalla.

Se retiró en 2004 jugando para Danubio de Uruguay, era un futbolista hábil, inteligente y frío a la hora de definir. Los hinchas de Central lo recuerdan como un ídolo por el título conseguido, pero sobre todo por la dupla que formó con Omar Palma.

Nicolás Luchetti

miércoles, 21 de octubre de 2009

Un defensor para Messi



Ahora Lionel Messi es un “extraordinario delantero” y nada más. Se dice de él “que en la Selección no rinde”. “Que no siente la camiseta como Diego”. “Que sólo juega bien con el Barcelona”.
Resulta que se lo está criticando desmedidamente. Sin dudas, que el joven prodigio no está descollando en el seleccionado en el que nadie la rompe, o al menos, nadie juega bien, salvo el arquero. Pero de ahí a que Messi tenga que ser lo que fue Maradona hay una gran distancia.
Los hinchas en Argentina son un reguero de pólvora y con poco revientan de estupidez. Por supuesto, que a ese reguero de pólvora lo encienden los medios de comunicación.
En efecto, resulta inexplicable el nivel de ceguera y de capacidad de olvido que tenemos. Messi en 2007 quedó segundo en la votación en la elección del Balón de Oro, en 2008 fue campeón de fútbol en los JJOO de Pekín '08 y campeón del mundo sub-20 en 2006 -6 partidos 6 goles- y, en la actualidad, el planeta lo considera como el mejor jugador del mundo.
¿Saben que logró la pulga en su corta carrera?:12 títulos –además de los mencionados: obtuvo una Champions League, tres Supercopa de España , una Supercopa de Europea- una Copa del Rey, tres ligas y, en el Barcelona, en 194 partidos convirtió 94 goles. En la Selección mayor lleva 26 partidos como titular –en 6 más ingresó- y trece goles. ¿Les parece poco?
¿Cómo es que se puede cometer una injusticia sistemática con cada ídolo nacional? Recordemos: Gabriela Sabatini, perpetró el enorme error de ser talentosa tan joven, que luego cuando no podía con la imponente Steffi Graff, la sociedad la enviaba derechito a la hoguera. Fue la mejor tenista de nuestra historia.
Hace meses, le pasó algo similar a Juan Martín Del Potro –hoy ídolo máximo del deporte argentino- por ir al torneo de Maestros y llegar cansado a la fatídica Copa Davis, versión ‘09.
Misma mala suerte corrió Guillermo Coria, que nunca pudo recuperarse después de perder la final de Roland Garros, en 2004, con Gastón Gaudio. La crítica lo sepultó.
Es que Argentina ha sido jodida hasta con los verdaderos "próceres": Julio Cortázar no fue recibido –se cree por el costo político que traía aparejado reunirse con un zurdo ortodoxo tal- en tiempos de incipiente apertura democrática por el inminente presidente, Raúl Alfonsín, porque no tuvo tiempo en su agenda.
Como tampoco tiene tiempo nuestra cultura nacional para enseñar a sus chicos quienes deberían ser los ídolos reales: tal vez, sólo los estudiantes de medicina saben quienes han sido Luis Leloir, premio Nobel de Química en 1970, Bernardo Houssay, Nobel de Fisiología y Medicina en 1947, o César Milstein, Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1984 -todos argentinos, excepto, Leloir que nació en Francia pero trabajó toda su vida en Argentina-.
Hay más: René Favaloro, creador del By Pass- salvó miles de vida con ése "puente arterial"- se quitó la vida cansado que Argentina le diera la espalda. Mariano Moreno, se cree, fue asesinado por pedido de Cornelio Saavedra, en medio de viaje en un barco inglés. Su cuerpo fue envuelto en una bandera inglesa y arrojado al mar.
Entonces, si no damos atención a estos tipos y tampoco rezongamos ante aquellas calles con nombres de genocidas o ladrones –Julio Roca, Bernardino Rivadavia-por caso, por qué no le vamos a caer a un pibe de 22 años por no jugar bien en los últimos tres partidos de fútbol.
En serio: ¿Qué nos pasa a los argentinos para tener tanto odio al pedo?
Se plantea que: Cómo es que este pibe gana millones. Cómo es que no muestra sangre. Porque la rompe allá y acá no. Que acá no la larga. Qué allá si. Porque con los europeos si, y con nosotros no.

Desmenucemos: ¿Será que el pibe gana demasiado por culpa de un negocio que cada día nosotros mismos alimentamos y que hace que el propio Estado, a su vez, le quite al imperio de Clarín la transmisión de los partidos, para destinar una parte de la torta de esos fondos al circo del fútbol y no a las necesidades primordiales de educación o salud, por caso?.
¿Será que el pibe entiende que mostrar sangre es jugar al fútbol asociado que le enseña Joseph Guardiola y no la sangre demagógica que le pide Maradona?
¿Será que allá la rompe porque tiene un equipo y no tiene que lidiar con la injusta responsabilidad de ser Messi más Diez?¿O tal vez, esa responsabilidad se volvió un yunque para la pulga que sólo Maradona pudo soportar en lo público y debió darse manija con la cocaína en lo privado?
¿Será que allá en Barcelona suelta la pelota porque sabe que Iniesta y Xavi se la devuelven redonda y acá la redonda parece cuadrada porque transita como un dado? ¿O Será que en España es libre y acá el pibe está ahogado?
De amor al odio, querido Lionel, hay un solo paso. Si metías ese zapatazo en el primer tiempo contra Perú, posiblemente, hoy nadie estaría diciendo nada de ti. Pero la pelota pasó a centímetros y acá la máquina trituradora esta en off sólo si es gol.
Si Argentina queda afuera del mundial mañana con los uruguayos, Messi va a la trituradora. Si Argentina se clasifica gracias al niño crack, el Congreso tendrá que promover una Ley para que lo que reste del día 14 de octubre -post partido- sea declarado como el día del “borocotazo” de los hinchas, un feriado dedicado al veletismo nacional.
El gran Mesías, es un talento de fuga –como tantos otros que se nos escaparon- que para jugar al fútbol tuvo que irse del país porque acá no le quisieron pagar el tratamiento de hormonas que necesitaba. Entonces, Argentina a Messi no le dio absolutamente nada y hoy lo que quiere de la pulga, es que lo dé todo.
"Esta sí que es Argentina" cantaba Luca, y en este país patas para arriba quién escribe será, al menos por un tiempo, un defensor para Messi
.


Ignacio Damiani

Palermo Hollywood



Lo sentaron al banco y le dieron la dieciséis. La cabellera casi le llegaba a la cintura en un glamour bien de los ’90. Fue a San Martín de Tucumán pero no tuvo chances. Pensó, en aquel momento, que si largaba el fútbol aprovecharía su altura para convertirse en un buen pivote en la zona pintada de alguna cancha de Básquet.
Al final tuvo una oportunidad, pero en Estudiantes de La Plata. Con la roja y blanca empezó a pinchar: su primer gol –primera ironía- fue frente a San Martín de Tucumán - lo que se conoce, gracias a Juan Pablo Varsky, como la ley del Ex – el loco 22 de mayo de 1993.
Sin embargo, se hizo famoso en la cancha de River, con un gol Monumental: ése día, el Pincha metió 4 y Palermo festejó meditando cerca del banderín del corner.
Boca se enamoró. Diego Maradona lo recomendó y el Loco desembarcó en el equipo de la Ribera.
Empezaron a pasar cosas raras: Martín se disfrazó de mujer para una revista deportiva, pateó un penal resbalándose y anotó frente a Platense –generó una discusión en FIFA para saber si la conversión era válida- y en la Copa América de 1999 falló tres penales -entró al libro Guinnes como récord negativo-.
Luego, sufrió su primera lesión grave: se cortó el ligamento cruzado de la rodilla izquierda, pero su racha se mantuvo: con la rodilla rota, en cancha, convirtió su gol N° 100. Boca perdía al delantero que en el campeonato anterior había convertido 20 goles en 19 partidos –récord en torneos cortos-.
Estuvo 7 meses inactivo y volvió a jugar contra River Plate, en el partido de vuelta por los cuartos de final de la Copa Libertadores 2000, el 24 de mayo de 2000, en La Bombonera.
El deté de River era Américo Gallego que ante los rumores de que Carlos Bianchi, entrenador de Boca en aquel momento, citaría al goleador averiado, declaró irónicamente que “Si Bianchi pone a Palermo yo pongo a Enzo” (por Francescoli, ídolo de River Plate, retirado del fútbol un par de años atrás). Palermo, ingresó y marcó el tercer gol de su equipo en tiempo de descuento en lo que se conoce como “el gol en muletas”.
El Loco debe su apodo, además, a sus festejos exóticos: alguna vez se bajó los pantalones, bailó, se sentó en un banquito que estaba al costado de la cancha, le gritó el gol a la cámara, se lanzó contra un cartel, se trepó a un palco y saludó desde allí arriba.
Meses después, Boca disputó la Copa del Mundo en Tokio, Japón, frente al Real Madrid. En menos de 5 minutos, el Loco, había alcanzado un par de goles. Boca salió campeón y Palermo fue premiado como el jugador más valioso del partido.
Pero la “suerte” del “optimista del gol” como lo definió Bianchi no siempre estuvo de su lado. Jugando en el Villareal de España, tras haber marcado un gol, se acercó a las gradas a saludar al grupo de hinchas que se amontonó y provocó el desmoronamiento del muro de cemento sobre su pierna derecha, que le costó una fractura expuesta de Tibia y Peroné.
Pero el Titán tuvo un momento aun más difícil: cuando perdió a su hijo recientemente nacido, Stéfano. Ese día pidió jugar y ya en su segunda etapa en Boca, le hizo dos goles a Banfield. Su festejo fue con un llanto conmovedor escondido entre los abrazos de sus compañeros.
De regreso a su casa, la Bombonera –es el goleador histórico de la cancha de Boca-, volvió a escribir escenas de su filmografía: El 18 de marzo de 2007 frente al rival de su corazón Gimnasia de La Plata (“El lobo” es el equipo al que más goles le metió: hasta el momento son 13), convirtió por primera vez en su carrera 4 goles en un mismo partido. En esa semana ya le había embocado 3 goles a su ex club Estudiantes, totalizando 7 goles en 7 días.
El 24 de febrero de 2007, ante Independiente, anotó el tercer gol de su equipo desde atrás de la mitad de la cancha (61,8 metros). En 2008, frente a River Plate, por el Torneo de Verano, se colgó del travesaño para alcanzar una pelota y de ése extraño modo logró convertirle un gol más a su clásico rival.
En 2008, sufre una vez más la rotura de ligamentos cruzados. La lesión lo mantuvo seis meses fuera de las canchas. Pero regresó: al poco tiempo consiguió hacer su gol Nº 200. Fue ante el Deportivo Táchira: El gol 200 fue de media chilena.
Pero hay más: El 4 de octubre, contra Vélez, el arquero contrario Germán Montoya, rechazó desde su área, y Palermo, desde casi 40 metros, devolvió ese disparo con su cabeza, convirtiendo otro gol histórico.
Ayer, 10 de octubre, el “D10S” Maradona intituló el gol a Perú en el minuto 93, como una obra de "San Palermo". En plena tormenta y casi con un pie afuera del mundial de Sudáfrica 2010, el loco Martín metió el gol que le dio la victoria a Argentina e hizo que su historia de vida se parezca cada vez más a un rodaje con un único sello: el de Palermo Hollywood.

Ignacio Damiani

Peligro de extinción


En el fútbol actual cada vez se juega con menos gente en el ataque, primero suprimieron al enganche y ahora todo indica que el nueve, el hombre de área, está en peligro de extinción. Qué pensarían los matadores de San Lorenzo de Almagro o los integrantes de la maquina de River Plate si vieran un partido en esta época.

El encuentro entre Huracán y el club de Núñez este último domingo, es un claro ejemplo de la falta de delanteros. Ambos equipos jugaron sin hombres de punta, en el conjunto de Parque Patricios jugaron arriba: Rodrigo Díaz, Federico Ortiz y Luciano Neto. Por el lado de River, conformaron el ataque: Marcelo Gallardo, Ariel Ortega y Diego Buonanotte. Además, fue el mejor partido del Millonario en lo que va del certamen, por lo cual, todo indica que para próximos encuentros el ataque carezca de goleadores, justo en una institución donde brillaron tantos delanteros.

Lejos quedaron los sistemas con varios jugadores en ataque, la WM (2 defensores, 3 volantes y cinco delanteros), o el 3-2-5 que usaba la maquina de River en 1941 con Ángel Labruna, Juan Carlos Muñoz, José Moreno y Adolfo Pedernera a la cabeza, quedaron en el pasado, en un tiempo que ni el más optimista piensa que pueda llegar a volver, futbolísticamente hablando, claro está.

La mayoría de los equipos actuales usa el doble cinco, quien fue el encargado de matar al enganche, el diez, el histórico creador de juego. cada vez abundan más los polifuncionales, que como dijo Ángel Cappa “Son jugadores que no saben en que posición jugar”. Las razones de esta falta viene desde las inferiores de los clubes y el discurso siempre apunta hacia Europa, porque según ellos en el viejo continente no se buscan diez, sino jugadores de toda la cancha. Encima ahora con la inclusión de un volante ofensivo más, se le saca un lugar del equipo al delantero. El 4-2-3-1 es el esquema de moda, lo usa el Liverpool con Fernando Torres haciendo de ese “1” y el Real Madrid con Karim Benzema también usa ese sistema.

En Argentina el técnico que empezó a usar el 4-2-3-1 fue Diego Simeone en River, con Sebastián Abreu o Radamel Falcao arriba solos y con Matías Abelairas de doble cinco junto con Oscar Ahumada. Ahora el “Cholo” utiliza en algunos partidos ese esquema en el San Lorenzo puntero, con Bernardo Romeo arriba esperando asistencias de Leandro Romagnoli o de Alejandro Gómez, quienes juegan detrás del nueve.

Por suerte quedan algunos técnicos audaces que siguen apostando a los nueves, esos jugadores que definían un partido en las bravas. Los Bianchi, los Erico, los Batistuta, los Di Stéfano... aquellos que dejaron tantas gargantas sin aliento por los goles marcados. Por el bien del fútbol, ojala que en un futuro no se tenga que recurrir a nueves polifuncionales, si no, ya se sabe que dirían Roberto Telch y compañía: “Antes se jugaba mejor”.

Nicolás Luchetti

lunes, 14 de septiembre de 2009

Dos grandes discusiones

Hoy en día impartir justicia es muy complicado, sino habría que preguntarles a los jueces de líneas y de sillas del US Open 2009. Dos grandes tenistas se vistieron de malos, dejando de lado la tranquilidad de sus juegos para descontrolarse y luego perder sus partidos.


En las semifinales de mujeres, mientras todos se sorprendían por la vuelta de Kim Clijsters, Serena Williams, quien no le rindió honor a su nombre, perdió el encuentro por una descalificación. La tenista estadounidense, al parecer, no aguantó estar perdiendo en su casa y se la agarró con uno de los jueces de líneas. Serena se encontraba 5-6 15-30 abajo luego de perder el primer set, realizó un mal primer saque y, cuando se disponía a sacar por segunda vez, escuchó el grito de falta de pie de una de las líneas, prendiendo la mecha de la dinamita. Al instante se escuchó una de las frases más fuertes de la menor de las Williams: “Te voy a matar”. Al oír esa amenaza, la línea no dudó en trasmitírselo a su superior, quien le aplicó una penalización a Serena, dándole de esa manera, la posibilidad a Clijsters de disputar la final del abierto de los Estados Unidos después de cuatro años de ausencia.

Por otra parte, en la mismísima final del torneo masculino, el tranquilo Roger Federer, que le ganaba a Juan Martín Del Potro en el tercer set por 5-4, hizo recordar al viejo Federer y discutió con el juez de silla. El argentino se había quedado con la duda del punto que le dio el game a Roger, por ello le pidió al juez si podría verificar el pique con el ojo del halcón. Federer, que ya se encontraba sentado cuando Juan Martín hizo la petición, saltó derepente y comenzó a gritarle al umpire, haciéndole recordar que ese pedido hay que hacerlo al instante. El árbitro quiso callar al mejor tenista de todos los tiempos, sin embargo este sólo siguió hablando pero, a diferencia de Williams, no recibió ninguna sanción al respecto.


Por esas reacciones que dan para hablar y sanciones que se pueden discutir, se le saca tarjeta roja a Serena Williams, por su pésima actitud dentro de la cancha, y al juez de silla del partido entre Federer y Del Potro, por no tener agallas para ponerle una sanción al suizo.

Martín Lizardo

Arbitraje bajo sospecha




Fue pésimo. El arbitraje de Gabriel Favale dio que hablar. Durante todo el primer tiempo le tendió una mano al equipo de Santa Fé, que para el minuto 90 ya contaba hasta con el codo del árbitro.
Un par de hechos claves que llevan a dudar de la honestidad profesional de Favale:
El primero y el peor: Fue sin duda el offside que le cobraron a Cabral. Picó claramente habilitado a buscar el centro de Buonanotte y metió la pelota adentro del arco de un cabezazo. Lo gritó. Porque valía, definitivamente ese gol valía. Pero no. Sin que le temblara el pulso, Favale lo anuló.
Segundo: Ariel Garcé cometió, luego de estar amonestado, dos infracciones que le habrían costado la expulsión del partido por una segunda amarilla que jamás vio en ninguna de las dos ocasiones.
Tercero: La plancha que le hizo el Bichi Fuertes a Orban era notoriamente merecedora de tarjeta roja directa. Lejos de que eso suceda, el árbitro continuó el partido sin siquiera advertir al jugador de Colón... el famoso "Siga, siga" mientras que el jugador "millonario" se encontraba tirado al lado del banderín de córner, fuera del campo de juego.Fue pésimo. Las tarjetas amarillas se hicieron invisibles ante los ojos de los jugadores santafecinos y su equipo permaneció con 11 jugadores, cuando debería haber quedado, por lo menos, con 9.
River no pega una. Y si le pega bien... se lo anulan.
Para que no se siga manchando el fútbol argentino con arbitrajes sospechosos y por su falta de profesionalismo y honestidad, se le saca tarjeta roja a Favale.
Agustina Commisso

Silbidos de furia y desilusión



Los silbidos de la gente de River y su cara de fastidio cuando lo reemplazaron dejó en claro que algo entre los hinchas Millonarios y Cristián Fabbiani se rompió. Ya no sobran como antes las ganas de aplaudir un taco o un lujo del “Ogro”. La gente está cansada de que el delantero salga más en las revistas de chimentos que en la tapa de los diarios deportivos y, el domingo a la tarde en el Monumental se lo hicieron saber.
No hay que responsabilizar solamente al ex Lanús, porque lo único que hizo el delantero fue pelear por ir al club del que es fanático. El hincha tiene mucho que ver en el por ahora “fracaso Fabbiani”, porque si bien el jugador hizo lo posible por estar en River, la gente tendría que haber esperado un poco más en ovacionarlo y en comprar máscaras de Shreck pensando en el “Ogro” como un salvador.

Nicolás Luchetti

Esto sí que no es Jogo Bonito


Sí, la foto es graciosa. Pero la dureza y perversión de algunos futbolistas en el campo de juego no. Y menos aún cuando no se toman medidas para castigarlos como se debería y los únicos perjudicados son los inocentes.
Aquella vez se omitieron primeros planos y se prohibieron repeticiones. Las imágenes, no aptas para cualquier telespectador, fueron censuradas por la televisión británica…
Esas imágenes expusieron en vivo y en directo la destrucción e inmediata deformación del desdichado pie de Eduardo da Silva.
En camilla, con oxígeno y el pie izquierdo literalmente hecho pedazos. Así se retiró del campo de juego el delantero del Arsenal, quien se perdió el resto de temporada de la Eurocopa.
Eduardo Da Silva saltaba en una pata, y no precisamente de alegría.
Se ve que Martin Taylor, jugador del Birmingham City se tomó muy a pecho las indicaciones de “atacar” que le dio su entrenador los minutos previos al partido. Y no esperó demasiado para ponerlo en práctica: el reloj marcaba apenas el minuto 2 y medio del encuentro, cuando intentó despejar el balón con una entrada casi asesina, criminal.
Y lo increíble: lo suspendieron por sólo tres fechas. Da Silva estuvo 358 días fuera de las canchas y casi le amputan la zurda…
Pero estas infamias ocurren desde hace mucho tiempo en el fútbol, y como ésta, hay miles.
El 16 de enero de 2005 ocurrió una de las más indignantes y por ende más recordadas del fútbol a nivel mundial: César Jiménez, central del Real Zaragoza, tuvo que abandonar el terreno de juego en camilla durante el partido frente al Real Madrid tras sufrir una dura entrada de Luis Figo en un balón dividido que le alcanzó de pleno en la rodilla izquierda cuando se anticipó al portugués.
Finalmente, Jiménez abandonó el fútbol profesional después de, según sus palabras, "haberlo intentado todo" para recuperarse de la lesión.
¿Y Figo? Figo ni siquiera fue sancionado.
Por semejante injusticia, tarjeta amarilla para todos los Comité que no toman medidas severas frente a jugadores imprudentes que arruinan las carreras de otros.

Agustina Commisso

jueves, 10 de septiembre de 2009

¡Grandes!

“Hubieran sido siempre chicos…

La imagen muestra al capitán Coloccini y el goleador Saviola besando la Copa del Mundo sub 21 en el estadio de Velez, una copa que pudo conseguirse a través de un equipo que se divertía jugando bien a la pelota, si, a la pelota y no al fútbol.

A menos de diez años de la conquista, no quedan restos de ese buen juego que caracterizaba al “equipo de José”. Después de ese 2001, quién no veía a esos “pibes” levantando la copa de los mayores, y quién se iba a imaginar que, años más tarde, la Selección argentina no tenga un patrón de juego.

Hoy los Saviola, D’Alessandro o Romagnoli están muy lejos de salir a la cancha con la celeste y blanca, hoy se está muy lejos de que los jugadores se diviertan con la camiseta de la selección, hoy, y duele decirlo, se está muy lejos de soñar con levantar una Copa del mundo.

… porque el estirón los hizo desaparecer”.


Martín Lizardo

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Dirigiendo por un sueño


No. No es la tapa del último número de “El Gráfico”. Aunque, con ese título... podría ser, ¿ no?

Hasta la foto podría ser muy similar, sólo que esta vez con la camiseta argentina atada hasta el cuello y sus manos cruzando los dedos.

Era noviembre del 2005. Se asomaba el Mundial de Alemania 2006 y Diego confesaba: “Sueño con estar en el Mundial”. Sin un cargo propio, él quería colaborar con el plantel, aportarle su experiencia.

Hoy, cuatro años después, su experiencia parece no servir de nada. Empezó su carrera como DT con el pie que mejor juega y esta vez no hace magia. Los malos resultados de la Selección Argentina no confirman un lugar del seleccionado en el Campeonato del Mundo y el avión a Sudáfrica se encuentra demorado para el equipo del “Diez”. Por eso él sigue soñando. Sueña con estar en el Mundial y reza por no perder el vuelo.

“Sería bueno tenerlo cerca”, culmina la antigua y errada bajada de la tapa.
Es que, al final... no está tan bueno.


Agustina Commisso

martes, 8 de septiembre de 2009

El retrato de un sueño



Y un día fue realidad... La tapa que soñó el propio Maradona, la tapa que ansió el fútbol mundial.

Maradona en la cresta de la ola, surfeando en el éxito, la imagen del rostro: mezcla de emoción y frenesí.

Tiempo después vendrían las causas por tenencia de cocaína, la exposición mediática, el oportunismo político, incluso del propio Diego para manejar el poder con el mismo quiebre de cintura que deslizó en la cancha.

Aquella tapa de El Gráfico fue la estampa del sueño realizado. Las manos tocando el cielo, el cielo cortado por la Copa del Mundo, ese trofeo tan ansiado por millones y millones de niños que en proteros desperdigados en cualquier sector de la faz de la tierra, deliran con ser como Maradona.

La sonrisa, el gesto de satisfación. En andas, con la celeste y blanca, olvidando por un rato las penurias de un país, y el llanto de los hinchas debajo del ardiente sol mexicano que se explayaba incandescente.

Maradona, la gloria, la Copa, el fútbol.

El retrato del sueño de todos, estampado por El Gráfico, visto en la sonrisa del más grande de todos con los brazos en alto...

Con el sueño cumplido. Con la Copa del Mundo, rendida a sus pies...


Nacho Damiani

El Beto y la pelota naranja


No había nacido, pero me acuerdo de las veces que mi viejo me contó de la tarde del Beto Alonso y la pelota naranja, de la cara de todos los hinchas de Boca y sobre todo la felicidad por la vuelta olímpica en la cancha de los rivales de siempre.


No pudo ir a la cancha porque en ese momento vivía en San Lorenzo, provincia de Santa Fe, pero se acuerda de la tarde del 6 de abril de 1986, tenía 28 años y ya era fanático de River. Siempre me recuerda de esa tarde la locura que sintió cuando por Radio Rivadavia escuchó el grito del segundo gol del Beto.


Ese hecho lo recuerda como uno de los momentos más felices como hincha y será por eso y por otras actuaciones del Beto, que cuando estamos en la cancha y vemos a los jugadores que están jugando con la camiseta de River, me dice: “si estuviera el Beto”.


Nicolás Luchetti